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El experimento Labourne

  El experimento Labourne     El joven guacamayo salió disparado de la pistola de guacamayos a una velocidad aproximada de 239 k/h, con una expresión facial de verdadera felicidad. En pos de la veracidad del experimento el neurofisiólogo Sandro Taburne había preparado un prototipo basado en los diseños originales que Michael L. Labourne hizo para la empresa estadounidense Coca-Cola a principio de los años treinta del siglo veinte, experimentos que habían obtenido resultados positivos desde el primer momento y que habían llevado a Labourne a lograr un gran reconocimiento en su campo profesional. Este experimento representaba la vuelta al presente de los primeros entusiasmos juveniles de Labourne que no quiso perder la ocasión de presenciarlos de cerca, dando a su vez muchas indicaciones valiosas a los jóvenes miembros del equipo de trabajo, financiado por el filántropo internacional y genio de la bolsa de valores Arthur McHarley por la intervención directa de la es...

Colibrí en shock

  El colibrí madura a un ritmo lento. Perdida está por siempre la querella que hace siglos entablara contra la lucha por la supervivencia, ya que se sobrevive o no se sobrevive, pero ya, ya no hay más. Él quiso adherir a eso una pasión estética que de verdad justificara la vida, no solo la suya, las de todo. Es una guerra en las sombras, en la oscuridad de todas nuestras falsas integridades, la guerra por la supervivencia, y tiene el más pésimo de todos los objetivos: vivir en una noria y creernos que la noria es el mundo, y matar por ello, si es necesario rajar gargantas. Si hoy por hoy maldecimos a los tantos y a los cuantos por no modificar ellos nuestros ojos lo hacemos sabiendo que solo a nosotros nos corresponde cambiar nuestra mirada. Es un problema que se declara culpable y pillado, agarrado en plena actividad terrorista, en el caso del shock traumático, donde lo que nos pasa es que no podemos ni queremos asumir la propiedad de la nueva mirada que la causa del shock ha prov...

El calabozo de conchas humanas (Colección de títulos)

  El calabozo de conchas humanas. Vertiente de noche en vela. Camino hacia la luz polar. El horizonte del campo cuántico. Mi relación con La Bamba. Serpientes de madera sin cascabel. La enseñanza del camino búdico. El puente de arena roja. La imagen desenfocada de Juno. Las mil y una noches. La sombra del perro azteca. María invierte todo en bolsa. La corriente, flujo y brillo. Sorpresa, el verbo es sonido. La colaboración secreta entre Gaspar Redi y Pluco. La cabeza iluminada de Ángel. Los cocodrilos muerden el culo. El calor de África crece hacia los lados. La sucesión de increíbles catástrofes en la luna.

Ejemplo de escritura con falsete

  Necesito que alguien me dicte algo para escribir. No lo dudes, buey. ¿Hasta cuándo necesitaré que alguien me dicte? ¿Cuándo encontraré algo para decirme? Ni siquiera sacando muelas estaría tranquilo. No sé cómo se mide la niebla cuando entra en las casas y es la gente viviendo sus vidas. Somos la niebla viviente que avanza sobre los pasillos y en los espacios interiores. Caras bonitas, creo, desencriptadas. ¿Cómo puedes creerte que lo sabes todo sobre mí? Esperaría si fuese capaz de volver a hacerlo una vez y otra encerrado en un cuarto trastero. Las cosas inanimadas no están esperando nada, ellas son en el trastero autenticas ojivas por donde pasa el tiempo. Ellas no mienten, pero hay quien espera mucho tiempo para usar la aspiradora. Poco a poco. Cogiéndole miedo al polvo. Se explican esos casos solos. “Solo yo bajo las persianas y espero”, dijo. Puede ser que sí, si solo tú te lavas las manos después de hacer caca. No hay una forma correcta de montar un aeroplano. Espérame t...

De camino a los montes rojos

  En el camino hacia los montes rojos, en cuyas laderas, tras acampar, estaremos viviendo los próximos tres meses, hemos podido observar numerosos cataclismos de orden insólito. El primero que mencionaré, observado solo por mí, ha consistido en una revelación ectoplásmica, en forma de palabras, que me ha mostrado un mensaje que todavía no he sabido interpretar, ni desvelar su significado oculto. Las palabras de ectoplasma aparecieron flotando a la altura de mi cintura. Se formaron al revés de cómo se escribe, de derecha a izquierda y el mensaje, por así decirlo, que traían era el siguiente: En la mujer de humedad se acarrea. Extrañísimo. El segundo cataclismo insólito sucedió cerca de los más retrasados de los caminantes viajeros: todas las hojas de uno de los árboles del bosque cayeron a la vez al suelo y desaparecieron de pronto sin dejar rastro, dejando un árbol calvo de golpe. Nos llamaron a los más adelantados y regresamos allí: en efecto: un rato antes ese árbol presentaba to...

Huracanes nunca antes dirigidos hacia Neptuno

  Nada nunca ha ardido dentro del aire. La nevera es un ancla que diariamente abandona nuevas usuras. Naciendo de un camino angosto hacia uno ancho la atrae el ruido debido a las ideas de dolor y de orden, dádivas estas que nutren al toro roto de oro y de diamantes. Empieza la luz a armar hileras. Rayos en hebras. Silentes almas rebanan el bocio de la Eneida hebrea. Nunca entenderán el sistema de oscuridad que yace atado a los rabos. La siesta de los animales retrasa el hervor al lodo interior del heno. Un racimo animal que marea y remansa. Alzando las armas hacia zonas únicas luchan con un arte libre los avezados zumbidos eléctricos que impiden hasta la pausa más esmirriada. Las simientes entran en el terreno natural antes de mandar amores indianos a su dios endemoniado. Dentro de la yesca el otro rostro olvidado. Emoción diaria otorgada por todos los otroras rotos, un olvido a ras de otro. Un talismán de láminas atadas neutraliza el encuentro rutinario de todas las urgencias. N...

Felices sueños, papaíto

  Lo miré con mi cara de viejo patibulario y, dejando ver mis terribles fauces a la luz del farol, le hice sentir que su vida no valía un ochavo. Mi mirada atronadora lo desazonó hasta el punto de sumirlo para el resto de sus días en un estupor constante protagonizado por mi rostro demencial.