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Mostrando entradas de febrero, 2022

Cornucopia de Bueyes

  La trenza de cazar. El pelo del León. La caminata de Narval. La caída hacia la isla. El nacimiento de Morrón. El ave del Edén. Dentro del sendero. Un helado sabor melón. El varón vago. La vara en el canal. Abandono al rococó. Clasicismo en cada rincón. Rubor ante la furia.   Tanto la sexualidad como el dinero resultan fascinantes para los niños. Yo también. Significa que el individuo es tan poderoso como el dinero y como la sexualidad. Yo también.   Tanto rubor y tanto Groove y ahora me vienen a la memoria las olas del mar tal como las observaba yo un día concreto de verano de hace no muchos años, quizás dos, seguramente dos. Mi impresión era esta: es la primera vez que veo las olas. Antes ¿qué veía? Veía una arrogancia esplendida en forma de oleaje. Pero por qué con tanto esmero me perdía el caracoleo y la trenza del mar en la costa con su patatín y su patatán recordadores de abismos. Pues porque yo mismo estaba en una superficie milimét...

La niebla

  La niebla se espesaba a cada paso mientras de mi interior sentía salir una inminencia muy grande de creaciones literarias y plásticas ­–que constituirían el cuerpo de mi futura obra– como en un despliegue inaudito del tiempo en el que la literalidad y la realidad coincidían de una indistinta manera. El niño subnormal. Encuentra libélulas. Nace a la intemperie y en un arañazo vuelve oscura la tierra. Sobre sus ojos hay un humo que bota en nociones orquestadas como las ramas arman el árbol hacia sus límites. La fachada brillaba con las ventanas de cristales muy limpios. En una de esas ventanas debería aparecer en algún momento el hombre al que me pagaban por vigilar. No supe de sus intenciones suicidas hasta demasiado tarde. Me había atrevido a dar la vuelta a la manzana al observar provenientes del otro lado de la calle clientes de un puesto de bocadillos llenándose la barriga mientras yo seguía sin desayunar. Cuando regresé a mi puesto de vigilancia vi al sujeto con la cara r...

Hoi a abido una sorpresa

Hoi a abido una sorpresa, la sorpresa es tan extraordinaria que no me veo ni capaz de escribir sobre lo que es, es tan grande la sorpresa que nos hemos llevado que se nos han quedado las caras como si fuésemos viejos locos con ropa de payaso. Hasta me da miedo decirlo, pero lo voy a decir, la sorpresa ha sido que la señorita se ha bajado los pantalones, se ha quitado las bragas y nos ha hablado con el chocho. Nos ha cantado una canción con una voz muy fuerte que salía de su chocho y cuando ha terminado toda la clase entera olía a su chocho y nos ha dejado tocárselo. Casi nos desmallamos de la peste que salía de su chocho. Nos ha dicho que ha estado todo el invierno entrenándose para cantar así, porque se quiere presentar a el nuevo programa de la tele, que se llama la voz del chocho, donde van concursantes a cantar con el chocho, mostrando bellas melodías y dejando todo el plató del programa con olor a chocho. Todavía nadie se ha inventado la voz picha. La voz culo sí se ha inventado, ...

Un artista del sombrero

  Es verdad, lo reconozco, ni si quiera un día he aguantado con ese sombrero de vaquero puesto en mi cabeza. Qué le vamos a hacer, será mi sino, lo siento mucho, pero prefiero mi sombrero de toda la vida, es el mejor.  Aunque parezca el raro del grupo, eso no importa, de hecho nos dará verosimilitud, no pienso cambiar de sombrero por mucho que os empeñéis, amigos. Vosotros no le dais importancia porque nunca habéis llevado sombrero en vuestra vida, pero yo  desde los doce años que lo llevo por ahí, de todos los que estáis aquí ni uno solo me ha conocido cuando yo iba con la cabeza al aire, así que no os queráis hacer ahora los fundamentalistas del sombrero, porque se os ve el plumero. Yo soy el que le da personalidad al grupo, con mi sombrero extemporáneo se añade complejidad a la historia del oeste americano, aunque estemos en Almería. Y la historia se lo merece, porque aunque la historia es simple las cosas que pasaron fueron muy complejas. Démosle una oportunidad a lo ...

Mayólica

  En un tiempo muy lejano en el que nadie aun había nacido, una piedra gigantesca se puso a hervir y de ella surgieron las chispas que después formarían la vida. Todos nosotros somos esa piedra hirviente. Sin embargo nos creemos que estamos fritos. Una mirada a la lejanía interior. Sin embargo hay un ser que no procede de esa piedra, pues si así no fuera, la propia piedra sería completa y absolutamente imposible. Ese ser es conocido como Molmes, el verdugo de los días. Los que no tengan facebook no van a ascender a quinta dimensión. Nunca se había visto nada parecido en la facultad. Silencio en bruto calló de golpe sobre la vida de los que estaban allí. Ni una voz, ni una respiración, estaba en pause la facultad. Una fuerza sobrenatural abrió todas las ventanas y se oyó una voz jadeante, espantosa por momentos, era la voz de la propia facultad, que decía, “Vosotros, seres que estáis dentro de mí, ya nunca saldréis de aquí. Dentro de un segundo os convertiréis en filamentos ...

De una magnificencia cegadora

  Vamos acelerados por la colina mirando sin cuidado las estrellas que se nos van metiendo de a poco o de a mucho en el bolso de los ojos, ese bolso que le llaman ojeras y que es de mirar y tragar y depositar allí muchas estrellas, que se quedan un tiempo y se van, o igual se mantienen allí y se quedan como incluso fundamento de la vida de su portador. Íbamos así hasta que entramos en un túnel húmedo, con agua, y los brillos que había reemplazaron a las estrellas del cielo y entonces ahí fue cuando ya sí sentimos que teníamos que parar y stop, yo personalmente me tiré de culo y me planté allí como para no moverme nunca más, pero imaginándome que subía y bajaba escaleras, escaleras de tigres. A la mañana siguiente nos habíamos convertido en huesos de pollo, restos de una cena de vagabundos y peos de seda en el espacio infinito, o eso me pareció a mí, pero después no, después era que es que  eso era lo que estaba mirando y viendo yo cuando me desperté. Lo que pasa es que al mi...

En el camino de nuestra vida

          UNIDAD, NÚCLEO, ORDEN         En el camino de nuestra vida, encontraremos flores de humo para volar por las cuatro faunas, retransformándonos de una cosa en otra cosa, y así lograremos tener una visión más fugaz del presente y confiar en nuestro ser de luz. Mírame hoy, tengo  mucha paz, me parezco a una estrella fugaz volando por ahí, como un lucero que sabe que siempre lleva consigo su luz. Sin embargo, hay muchos pensamientos ensimismados que no tienen ocasión de ver que el lunes este que viven hoy no es ni el de la semana pasada, ni el de la que viene, es el que será hoy y nada más que hoy, el lunes que nos vio ser como justamente estamos siendo hoy. Ninguna manera de salir de nuestro mirar fatídico es tan efectiva como recorrer las palabras que siempre repetimos en nuestros pensamientos con una mirada limpia de ellos, usando, si podemos, palabras de otros idiomas, para controlar desde fuera nuestros pensam...

El experimento Labourne

  El experimento Labourne     El joven guacamayo salió disparado de la pistola de guacamayos a una velocidad aproximada de 239 k/h, con una expresión facial de verdadera felicidad. En pos de la veracidad del experimento el neurofisiólogo Sandro Taburne había preparado un prototipo basado en los diseños originales que Michael L. Labourne hizo para la empresa estadounidense Coca-Cola a principio de los años treinta del siglo veinte, experimentos que habían obtenido resultados positivos desde el primer momento y que habían llevado a Labourne a lograr un gran reconocimiento en su campo profesional. Este experimento representaba la vuelta al presente de los primeros entusiasmos juveniles de Labourne que no quiso perder la ocasión de presenciarlos de cerca, dando a su vez muchas indicaciones valiosas a los jóvenes miembros del equipo de trabajo, financiado por el filántropo internacional y genio de la bolsa de valores Arthur McHarley por la intervención directa de la es...

Colibrí en shock

  El colibrí madura a un ritmo lento. Perdida está por siempre la querella que hace siglos entablara contra la lucha por la supervivencia, ya que se sobrevive o no se sobrevive, pero ya, ya no hay más. Él quiso adherir a eso una pasión estética que de verdad justificara la vida, no solo la suya, las de todo. Es una guerra en las sombras, en la oscuridad de todas nuestras falsas integridades, la guerra por la supervivencia, y tiene el más pésimo de todos los objetivos: vivir en una noria y creernos que la noria es el mundo, y matar por ello, si es necesario rajar gargantas. Si hoy por hoy maldecimos a los tantos y a los cuantos por no modificar ellos nuestros ojos lo hacemos sabiendo que solo a nosotros nos corresponde cambiar nuestra mirada. Es un problema que se declara culpable y pillado, agarrado en plena actividad terrorista, en el caso del shock traumático, donde lo que nos pasa es que no podemos ni queremos asumir la propiedad de la nueva mirada que la causa del shock ha prov...

El calabozo de conchas humanas (Colección de títulos)

  El calabozo de conchas humanas. Vertiente de noche en vela. Camino hacia la luz polar. El horizonte del campo cuántico. Mi relación con La Bamba. Serpientes de madera sin cascabel. La enseñanza del camino búdico. El puente de arena roja. La imagen desenfocada de Juno. Las mil y una noches. La sombra del perro azteca. María invierte todo en bolsa. La corriente, flujo y brillo. Sorpresa, el verbo es sonido. La colaboración secreta entre Gaspar Redi y Pluco. La cabeza iluminada de Ángel. Los cocodrilos muerden el culo. El calor de África crece hacia los lados. La sucesión de increíbles catástrofes en la luna.

Ejemplo de escritura con falsete

  Necesito que alguien me dicte algo para escribir. No lo dudes, buey. ¿Hasta cuándo necesitaré que alguien me dicte? ¿Cuándo encontraré algo para decirme? Ni siquiera sacando muelas estaría tranquilo. No sé cómo se mide la niebla cuando entra en las casas y es la gente viviendo sus vidas. Somos la niebla viviente que avanza sobre los pasillos y en los espacios interiores. Caras bonitas, creo, desencriptadas. ¿Cómo puedes creerte que lo sabes todo sobre mí? Esperaría si fuese capaz de volver a hacerlo una vez y otra encerrado en un cuarto trastero. Las cosas inanimadas no están esperando nada, ellas son en el trastero autenticas ojivas por donde pasa el tiempo. Ellas no mienten, pero hay quien espera mucho tiempo para usar la aspiradora. Poco a poco. Cogiéndole miedo al polvo. Se explican esos casos solos. “Solo yo bajo las persianas y espero”, dijo. Puede ser que sí, si solo tú te lavas las manos después de hacer caca. No hay una forma correcta de montar un aeroplano. Espérame t...

De camino a los montes rojos

  En el camino hacia los montes rojos, en cuyas laderas, tras acampar, estaremos viviendo los próximos tres meses, hemos podido observar numerosos cataclismos de orden insólito. El primero que mencionaré, observado solo por mí, ha consistido en una revelación ectoplásmica, en forma de palabras, que me ha mostrado un mensaje que todavía no he sabido interpretar, ni desvelar su significado oculto. Las palabras de ectoplasma aparecieron flotando a la altura de mi cintura. Se formaron al revés de cómo se escribe, de derecha a izquierda y el mensaje, por así decirlo, que traían era el siguiente: En la mujer de humedad se acarrea. Extrañísimo. El segundo cataclismo insólito sucedió cerca de los más retrasados de los caminantes viajeros: todas las hojas de uno de los árboles del bosque cayeron a la vez al suelo y desaparecieron de pronto sin dejar rastro, dejando un árbol calvo de golpe. Nos llamaron a los más adelantados y regresamos allí: en efecto: un rato antes ese árbol presentaba to...

Huracanes nunca antes dirigidos hacia Neptuno

  Nada nunca ha ardido dentro del aire. La nevera es un ancla que diariamente abandona nuevas usuras. Naciendo de un camino angosto hacia uno ancho la atrae el ruido debido a las ideas de dolor y de orden, dádivas estas que nutren al toro roto de oro y de diamantes. Empieza la luz a armar hileras. Rayos en hebras. Silentes almas rebanan el bocio de la Eneida hebrea. Nunca entenderán el sistema de oscuridad que yace atado a los rabos. La siesta de los animales retrasa el hervor al lodo interior del heno. Un racimo animal que marea y remansa. Alzando las armas hacia zonas únicas luchan con un arte libre los avezados zumbidos eléctricos que impiden hasta la pausa más esmirriada. Las simientes entran en el terreno natural antes de mandar amores indianos a su dios endemoniado. Dentro de la yesca el otro rostro olvidado. Emoción diaria otorgada por todos los otroras rotos, un olvido a ras de otro. Un talismán de láminas atadas neutraliza el encuentro rutinario de todas las urgencias. N...